Me llamo Valerio Sepe. Nací en el ’93 en Napoles (sur de Italia) y me siento un privilegiado ya solo por haber podido vivir allí hasta los 25 años.

Sigo súper enamorado de mi tierra, quizás porque es allí donde mis padres me criaron dándome todas las herramientas y posibilidades para crecer y realizar mis sueños, es allí donde la vida quiso ponerme a prueba con varios desafíos y es allí donde encontré la que hoy es la misión de mi vida.

Soy el menor de tres hermanos y crecer con ellos siempre me ha estimulado para mejorarme. Durante su recorrido académico siempre habían sacado sobresalientes y esto me había creado un estándar muy definido que me enseñó a esforzarme y pedirme más. 

Mirando los resultados en mi casa me había acostumbrado a ver un 7 como una nota baja, el listón era alto y yo no quería estar a la sombra de mis hermanos.

Se dice que consigues lo que toleras, y al final yo también he sido siempre de dieces y matrículas de honor, aunque eso no lo es todo en la vida, aunque en ese momento no lo sabía.

Este ambiente me ayudó a considerar “normal” entrenarme como gimnasta 12 horas por semana, ser un poliinstrumentista musical y estudiar por las noches hasta que hiciera falta para sacar notazas. 

Esto era lo que la gente veía desde fuera.

Lo que no podían ver era el nivel de estrés que vivía y la sensación de que me faltaba el tiempo para hacer lo que me gustaba de verdad o para disfrutar de lo que hacía. 

Cuando empecé la carrera las cosas se volvieron aún más difíciles. Creía que no había otra manera de aprobar los exámenes que estudiar horas, horas y horas viviendo con un montón de agobio en mi día a día.

Si un examen difícil de bachillerato tenía un máximo 20 páginas, en la carrera creo que la asignatura mas sencilla era de 400 páginas, incluso he llegado a tener asignaturas con 1.200.

Estudié Biotecnología en la Universidad Federico II de Nápoles y el gran problema era que tenía que dedicar muchísimo tiempo si quería seguir manteniendo mi estándar de resultados con asignaturas que se volvían cada vez mas complicadas.

experiencias curso genius

Tenía la sensación de que 24h al día no bastaban para poder estudiar bien.

Me sentía cada vez más estresado y la cosa que más me molestaba era ver que, no obstante estudiaba cada día, después de una semana se me olvidaba casi todo lo que había estudiado y tenía que volver a re-estudiarlo todo. 

En Septiembre de 2011 me fui a Londres porque gané una beca y viví 3 meses maravillosos donde tuve la oportunidad de aprender inglés, el único problema fue que perdí 3 meses de clases. Volver a Nápoles fue cómo empezar una pesadilla. Tuve que dejar la gimnasia artística, dejar de tocar los instrumentos que me encantaban y casi dejar de salir de casa. Todo lo que hacía era estudiar y estudiar. 

La idea de no acabar a tiempo y hacer que mis padres pagaran más años de universidad me frustraba. Además era consciente de que, para conseguir el trabajo que quería, tenía que sacarme sí o sí la carrera a tiempo, o hubiera sido parte de aquel 95% de estudiantes que acaban con mucho retraso. 

Miedo, estrés, falta de tiempo… ¡el peor periodo de mi vida!

Pero un día una compañera de la universidad que sacaba notazas mientras tocaba el chelo en el conservatorio y se sacaba el carnet de conducir me compartió que había hecho un curso.  Me invitó a un taller gratuito donde descubrí la existencia de un método de aprendizaje avanzado y personalizado, y mi vida cambió para siempre, conseguí hacer los exámenes que cómodamente, aprobé 8 exámenes estudiando solo un mes y sacando seis 7.5 y dos 10 sin haber asistido a la mayoría de las clases. 

Empecé a disfrutar de más tiempo libre y descubrí un potencial que ni siquiera imaginaba tener.
Recuerdo que nada más empezar el Curso Genius, en 10 días memoricé un diccionario de inglés de 1.200 palabras. En 40 minutos memoricé todos los aminoácidos con su fórmula de estructura, nombre y polaridad mientras estaba en el metro y mejoré 10 veces mi velocidad de lectura.

Por primera vez en la vida dejé de sentirme el más pequeño de mis hermanos, el último de la familia, al que todo le costaba un poco más.

Sentí como si hubiese quitado el freno de mano de mi cerebro y puesto la sexta marcha, por fin podía ir a la máxima velocidad. 

Sentí que tenía todo el potencial para ser alguien en la vida y llegar muy lejos, y los resultados me animaban cada vez más. 

Descubrí el placer de estudiar y aprender, se me despertó una enorme curiosidad por entender todo lo que podía mejorar y por formarme para ayudar a otras personas a conseguirlo. 

Después de un año donde maduré muchísimo ya sabía que este iba a ser mi camino, y desde 2013, año donde empecé a formarme con Genius para convertirme en un Instructor del Método que me permitió explotar mi potencial, dedico mi vida para que otros estudiantes puedan enamorarse de los estudios y descubrir lo maravilloso que es vivir la vida haciendo lo que quieres y sintiéndote capaz de conseguirlo. 

En estos años he hecho cosas maravillosas y tengo hambre y ganas de mucho más.

He impartido más de dosmil charlas entre los cursos y las conferencias en colegios y universidades de Italia y España.

En el 2017, con 25 años, llegué a ser Responsable de la formación de una empresa multimillonaria italiana (PREVIDORM).

El 1 diciembre 2017 decidí mudarme a España para poder vivir con mi novia y abrir mi sede en Madrid sin haber estudiado nunca español. Después de 58 días de estudio impartí mi primera presentación del curso y 20 días después empecé mi primer Curso Genius en Madrid, aplicando perfectamente el método que enseño.

En el 2018 fui co-autor del libro “Estudiar da asco si no sabes como hacerlo”, que ha permitido a muchas personas descubrir que existe un método de estudio perfecto para cada uno y que tu pasado académico no refleja necesariamente tu futuro.

Actualmente vivo y trabajo en Madrid, donde mi misión es expandir por todo el mundo los secretos para potenciar al máximo las capacidades de nuestra mente. Estoy comprometido al 100% con mi sueño y espero poder conocerte cuanto antes para que estos conocimientos puedan marcar la diferencia también en tu vida.