Me llamo Lucrezia Vattimo. Conocí el Curso Genius porque me sorprendió mucho una sonrisa de un compañero de universidad al que siempre había visto con mala cara. Entre nosotros, pensaba que se había tomado algo raro. Su respuesta, en cambio, me sorprendió: estaba muy ilusionado porque por fin  se había desbloqueado con los exámenes y podía ver el final de la carrera. 

Sabía que no le iba bien en los exámenes, así que cuando vi su cambio me interesé para saber cómo lo había logrado, en ese momento solo me dijo que había hecho un curso increíble y cómo podía ver yo también una presentación donde me lo explicaban. 

Recuerdo que durante todo el día pensé si ir o no ir, hasta que me di cuenta de que no tenía nada que perder.

Mientras te cuento esto pienso una vez más lo mucho que ha marcado la diferencia en mi vida una sonrisa. Desde que era pequeña, me gustaba ver explotar una sonrisa en la cara de las personas y me empeñaba mucho para hacerlos reír.

Siempre he amado ir al escuela, no porque me gustara estudiar, sino porque me gustaba estar con mis compañeros y ver a mis profesores. Siempre he tenido la gran suerte de encontrar maestros de buen corazón que han apreciado mi persona antes que mis notas.

Me definían como “la chica inteligente que no se aplicaba” y, no obstante al principio no creyese que fuera así, llegó un momento donde empecé a creerlo. Así que empecé a estudiar sin pensar en sacar una nota concreta, solo quería aprobar.

comentarios curso genius

ESO y bachillerado fueron fáciles, siempre sacaba una nota media de 7 u 8. 

Me apunté a la universidad muy ilusionada por estudiar ciencias económicas para un día poder ayudar a las personas a realizar sus sueños como comprarse una casa o crear una familia. A los 18 años creía que los bancos se ocupaban de elegir a quién dar préstamos para crear sueños, claramente me equivocaba.

Mi situación familiar en aquella época no era la mejor. Acababa de perder a mi padre, que era el único que trabajaba en mi familia, así que busqué una universidad en la que me dieran una beca para poder estudiar y la encontré en Siena, una preciosa ciudad italiana. 

El primer año fue una locura: salía de fiesta cada dos días, tenía muchas clases, fumaba mucho, tenía muchas cenas, muchas fiestas… Desde septiembre a diciembre era una locura, luego cuando llegaba ENERO me pasaba un mes sin ver la luz del sol estudiando sin parar con mis amigas hasta las tantas de la noche. El segundo año fue más regular pero aún así no fue fácil, sobretodo porque en medio de todo esto también tenía tres trabajos para ayudar a mi familia. 

Hasta que en el último semestre del segundo año conocí el curso. Asistía a la conferencia de presentación y allí comprendí el grandísimo ahorro de tiempo que podía conseguir con el método. Era imposible decir que no. 

Desde entonces entendí por qué parecía “la chica inteligente que no se aplicaba” y me di cuenta de que existía una MANERA PERFECTA PARA MI para poder hacer explotar todo mi potencial. 

En la universidad mis notas empezaron a subir, mi vida empezó a ir como yo quería y no como las “fiestas” querían, pero sobretodo empecé a sentirme a gusto estudiando y con ganas de hacerlo.  Cambié de trabajo, y empecé a trabajar en un hotel a podía enseñar en las entrevistas mis capacidades gracias a los ejercicios que había aprendido en el curso y a los idiomas que había perfeccionado.

El tercer año de universidad fue uno de los más bonitos de mi vida.

Y un año después comprendí que había encontrado mi vocación o mejor, había encontrado el trabajo con el que podía ayudar a realizar los sueños de las personas. 

Así que empecé la formación para ser Instructora del curso y empecé a ver cómo cambiaban los ojos de mis alumnos, cómo se desbloqueaban en los exámenes y podían ver el final de la carrera,  personas sonreír mientras estudiaban y a ocuparme de construir la vida que deseaba al servicio de personas que querían tomarse la responsabilidad de sus resultados.

Un día se me presentó la oportunidad de ir a España, y decidí aceptarla. 

Después de haber llegado a ser la instructora de la sede de Palma de Mallorca, tengo el placer de vivir en la capital española con muchas ganas e ilusión de ayudar a todas las personas que viven en esta ciudad a que descubran el potencial que llevan dentro y estudiar lo que quieren al máximo de sus posibilidades.

Porque si no apuntas al máximo, ¿a qué quieres apuntar? 

Espero conocerte pronto y compartir contigo muchas más cosas, pero sobretodo un día poder leer tu historia de éxito gracias al hecho de habernos encontrado.